16.4.10
La Novela Gótica
La novela gótica se considera un fenómeno histórico que comenzó en 1764 con “El castillo de Otranto”: una novela gótica, de Horace Walpole, que generalmente es aceptada como la primera novela puramente gótica. Estas novelas alcanzaron la cima de su fama en la última década del siglo XVIII y en las primeras del siglo XIX, y es alrededor de 1830 cuando numerosos estudios teóricos fechan su defunción. Como se apunta en el Concise Companion to English Literature, la palabra “gótico” originalmente implicaba elementos medievales en las novelas, y esto se explica porque estas narraciones tomaban muchos elementos de los poemas épicos del medievo. Al igual que en los poemas épicos, en estas novelas se presentaba el esquema de los dos mundos antagónicos, cada uno con sus propios componentes, pero la característica que las diferenciaba de los poemas medievales era que la parte importante de la historia era la acción que ocurría en el Otro Mundo, de tal manera que cuanto más transcurriese la trama en el otro lado, más gótica se consideraba la novela. Otra similitud entre ambos es que en el regreso del héroe al hogar siempre había alguna pérdida de alguna clase.
Lo normal era alguno de estos casos:
a- El héroe no podía escapar del Otro Mundo.
b- El héroe podía escapar, pero regresaba a su mundo peor de lo que había salido de él.
c- El héroe podía escapar, pero al ver lo que le aguardaba a su regreso preferiría haberse quedado en el Otro Mundo, o bien intenta regresar al Otro Mundo.
La diferencia fundamental residía en que muchos poemas épicos albergaban un final feliz, mientras que la historia gótica tenía siempre un final aciago. Otra semejanza estaba en que era el bueno el que normalmente visitaba el mundo de los malos, aunque esto en la novela gótica en algunas ocasiones se invierte, como por ejemplo en “Frankenstein o el moderno Prometeo” de Mary Shelley. Por otro lado, la característica fundamental de la que hacían gala las narraciones góticas y de la que carecían los poemas medievales era una ambigüedad que hacía imposible toda predicción sobre los hechos que iban a ocurrir.
Con el tiempo, estas novelas evolucionaron y fueron perdiendo sus elementos medievales para centrarse en sus componentes macabros, potenciando aun más si cabe su lado terrorífico. Pero aproximadamente a partir de 1830, cuando la novela gótica caía en la parodia, se produce otra beneficiosa evolución para el género: las historias comienzan a prescindir de todas esas piezas y localizaciones típicamente tenebrosas para centrarse en la psicología del personaje. Así, comienzan a aparecer narraciones donde lo escabroso no esta en los cementerios o en las abadías malditas, sino en la mente humana. El gran pionero de este tipo de narración fue Edgar Allan Poe, el cual merecería un estudio aparte.
Después de este breve análisis ya sabemos en que contexto histórico se desarrollo la novela gótica, cuales fueron sus características iniciales y como fueron evolucionando. También sabemos que los poemas épicos medievales fueron una influencia, pero, ¿qué otros referentes literarios tomo el genero gótico?. Teóricamente están admitidas como influencias de la novela gótica ciertos elementos de:
a- La novela del siglo XVIII, como Tom Jones o Robinson Crusoe.
b- El teatro isabelino, como el de William Shakespeare, por sus componentes fantásticos, por lo sangriento, etc.
c- Los cuentos del folklore popular: cuentos de brujas, demonios, hadas, trasgos, etc